El pez ángel habita por las aguas de ríos como el Amazonas y sus afluentes. Debido a que el agua es rica en grandes cantidades de algas, la morfología del pez está adaptado para poder nadar en estos ambientes. Se caracteriza por ser delgado y alargado, pudiéndose mover fácilmente por la vegetación sin quedar atrapado. Cuando nada, su cuerpo se mantiene echado hacia arriba y con las aletas dorsal, pectoral y ventral se impulsa. Al ser estas aletas bastante grandes, le otorga al pez un aspecto de ser grande y peligroso ante otras especies.